Nos reunimos con Josué, y el Gordo “Gas” del Rimac, en la calle Montevideo, para dirigirnos a la hermosa ciudad de Huamanga. Cuando llegue a eso de las 9.20, ya un grupo de barristas del “Extremo” entre los que iba el popular “Jesusito” se acababan de embarcar en un bus anterior, y aun quedaba un pequeño grupo que pugnaba por conseguir un “sencillo” para completar sus pasajes.
Nuestro expreso salió a las 10 pm, para hacer toda la travesía conocida, pasando por la Panamericana Sur, hasta Pisco, y de ahí hacer el recorrido de la ruta de Los Libertadores. A dos horas de iniciado el viaje y por la ventanilla vemos una “concertina” que alumbra la noche y que corresponde a una patrulla de ruta, al lado un camión volteado y un bus, quien sabe como chocaron, al fin, esta vez no nos toco, espero no nos toque en ningún viaje. A Ayacucho arribamos a las 8.10 am, del día siguiente.
Como de costumbre, lo primero buscar un hotel para guardar las cosas, y un vigoroso duchazo. Encontramos un alojamiento económico por 25 soles, de ahí al mercado a buscar un desayuno. Ya en el mercado nos animamos por unos jugos de papaya, y unos kekitos, a fin de dar facilidad a la digestión que como saben en la altura es mas lenta. Inmediatamente después, vemos que comprar algunos quesitos, y panes ayacuchanos que son tan ricos. Me acerco a una niña de unos 7 años y le pregunto por unas “guaguitas” dulces, me las ofrece en cincuenta centavos la unidad, le pido 6 y la niña muy despierta ella, me oferta la docena por cinco soles, yo me rindo ante la sagacidad de la pequeña y le llevo la docena, una fotito a la nenita que seguro pronto será una empresaria de mucho éxito con esa facilidad de convencimiento.
Regresamos al alojamiento, nos enfundamos en nuestras camisetas, y nos dirigimos a La Quinua, para rendir nuestro particular homenaje a los héroes de la gesta libertadora en las pampas del mismo nombre. Luego de tres cuartos de hora de travesía, llegamos a las Pampas de La Quinua, y entre el gordo “Gas” y yo, desenvolvemos nuestra banderola al pie del Obelisco que conmemora la “Batalla de Ayacucho”, y Josué captura la imagen para la posteridad. Alguna gallinita inofensiva ocasional nos amenaza que llegarán los de la “trinchera”, no pasa nada, estamos solo un rato mas y nos recogemos para retomar la “combi” con retorno a ciudad de Cumana, y conseguir las entradas para ingresar al estadio. Pero albricias, no sabemos a cual de las dos populares debemos ingresar, no vemos indicios de la que debamos elegir, me acerco a ventanilla donde consulto a una joven en la que confío no nos engañará, porque los hinchas de las calles parecía nos enviaban al desvío, y no podíamos exponernos a arriesgar “la tela” oficial. Por fin entramos a sur, y esperamos a que llegue una batería regular del “Extremo” para colgar nuestra bandera. Sin embargo pasan los minutos y somos los únicos barristas cerveceros. Por fin entra un pequeño grupo que al ver al dirigente Zevallos, lo empiezan a “putear”, por no apoyar con las entradas. Zevallos que le alcanza 15 entradas al gordo “Gas” y este que hace entrar a un grupo. Zevallos que consigue 50 mas, pero ya la mitad de la gente que estaba fuera se ha ido, al final solo seremos unos 40 barristas, muy poco para lo que merece un equipo de la jerarquía de “La Celeste”.
Nuestro expreso salió a las 10 pm, para hacer toda la travesía conocida, pasando por la Panamericana Sur, hasta Pisco, y de ahí hacer el recorrido de la ruta de Los Libertadores. A dos horas de iniciado el viaje y por la ventanilla vemos una “concertina” que alumbra la noche y que corresponde a una patrulla de ruta, al lado un camión volteado y un bus, quien sabe como chocaron, al fin, esta vez no nos toco, espero no nos toque en ningún viaje. A Ayacucho arribamos a las 8.10 am, del día siguiente.
Como de costumbre, lo primero buscar un hotel para guardar las cosas, y un vigoroso duchazo. Encontramos un alojamiento económico por 25 soles, de ahí al mercado a buscar un desayuno. Ya en el mercado nos animamos por unos jugos de papaya, y unos kekitos, a fin de dar facilidad a la digestión que como saben en la altura es mas lenta. Inmediatamente después, vemos que comprar algunos quesitos, y panes ayacuchanos que son tan ricos. Me acerco a una niña de unos 7 años y le pregunto por unas “guaguitas” dulces, me las ofrece en cincuenta centavos la unidad, le pido 6 y la niña muy despierta ella, me oferta la docena por cinco soles, yo me rindo ante la sagacidad de la pequeña y le llevo la docena, una fotito a la nenita que seguro pronto será una empresaria de mucho éxito con esa facilidad de convencimiento.
Regresamos al alojamiento, nos enfundamos en nuestras camisetas, y nos dirigimos a La Quinua, para rendir nuestro particular homenaje a los héroes de la gesta libertadora en las pampas del mismo nombre. Luego de tres cuartos de hora de travesía, llegamos a las Pampas de La Quinua, y entre el gordo “Gas” y yo, desenvolvemos nuestra banderola al pie del Obelisco que conmemora la “Batalla de Ayacucho”, y Josué captura la imagen para la posteridad. Alguna gallinita inofensiva ocasional nos amenaza que llegarán los de la “trinchera”, no pasa nada, estamos solo un rato mas y nos recogemos para retomar la “combi” con retorno a ciudad de Cumana, y conseguir las entradas para ingresar al estadio. Pero albricias, no sabemos a cual de las dos populares debemos ingresar, no vemos indicios de la que debamos elegir, me acerco a ventanilla donde consulto a una joven en la que confío no nos engañará, porque los hinchas de las calles parecía nos enviaban al desvío, y no podíamos exponernos a arriesgar “la tela” oficial. Por fin entramos a sur, y esperamos a que llegue una batería regular del “Extremo” para colgar nuestra bandera. Sin embargo pasan los minutos y somos los únicos barristas cerveceros. Por fin entra un pequeño grupo que al ver al dirigente Zevallos, lo empiezan a “putear”, por no apoyar con las entradas. Zevallos que le alcanza 15 entradas al gordo “Gas” y este que hace entrar a un grupo. Zevallos que consigue 50 mas, pero ya la mitad de la gente que estaba fuera se ha ido, al final solo seremos unos 40 barristas, muy poco para lo que merece un equipo de la jerarquía de “La Celeste”.
En la cancha ha finalizado el partido de reservas con un 3-1 favorable a los locales, en la tribuna un tío que grita que esta tarde cenaran “dos pavos al horno”, yo que pienso ¡ojalá que te indigestes!.El partido de fondo se inicia entre protestas del grupito de la “Gresca” algunos de Chiclayo, y otras grupos, que es lo que hacen mejor, porque para alentar están en nada, solo unos cuantos contados con los dedos de las manos.
El Gordo “Gas” trata de “batutear” a los barristas para alentar de manera uniforme y sostenida, pero esto casi nunca resulta, sumado a un grupito de chicas locales que lanzaban mas bien alaridos por algunos jugadores, sin que necesariamente suene a aliento de barra (me acuerdo como solo 15 de la GX hicimos callar a todo occidente en el Callao, que diferencia). En la cancha los dos equipos tratando de imponer condiciones, sin embargo es el Inti Gas, el que enciende primero la alarma, sobre los 20 minutos del inicio, un faul innecesario de Casas permite un tiro libre para el Inti Gas, bola a la cabeza del “Chemo” Ruiz, que la mete hacia abajo pero que el “Loco” Delgado, en vivaz intervención logra sacar hacia su palo derecho, solo un par de minutos después, Aguirre encuentra una pelota dividida, que intenta elevar por encima de la cabeza del “Loco” quien mostrando buenos reflejos desvía apenas con las uñas, como se diría, evitando una vez mas la ciada de su arco.
Pese a todo el equipo “rímense” abre el marcador sobre los 30 minutos del primer episodio, mediante un pase de Carranza al “Chorri” quien en primera en un solo toque se la estira al “Xino” Ximénez quien con la marca encima de su defensa, logra meter un disparo cruzado hacia el lado derecho del arquero Laura, ¡golazooooo! del “Xino”. La barra se entusiasma y un primer “bombazo” en la tribuna obliga al giro de los custodios que no requieren intervenir.
Pero este gol parece solo un espejismos, y sobre los 35 minutos, un nuevo tiro libre a favor de los locales, cobrado por el mismo “Chemo” Ruiz, que ya había intentado una vez, pega en el travesaño, cuando el “Loco” no llegaba. Sin embargo Cristal tendrá una mas, en los pies de Marcio Valverde, quien por derecha enviara un disparo cruzado y ceñido sobre el arco de Laura, que pasará de largo muy cerca al palo derecho del arquero. Ya sobre los 39, un centro preciso de “El Maga” (cría cuervos y te sacaran los ojos) es controlado con el pecho por “Café” Mendoza , quien ante la parsimonia de la defensa fusila a quema ropa a Delgado que nada puede hacer, consiguiendo la paridad parcial.
Iniciando el segundo apenas pasan dos minutos cuando Mendoza, es el que mete un balón al área cervecera, que Cardona conecta de cabeza contra el piso, con tan mala suerte que no va al arco, pero con tan buena suerte para Aguirre que se la encuentra a su izquierda para ejecutar sin miramientos a Delgado quien ante la rapidez de la jugada no puede reaccionar viendo vencida su valla por segunda vez. Los locales han volteado el partido muy temprano, y pese a eso y los cambios de Rivera, la historia no será diferente, el tío que presagio el resultado al principio, celebrará con sus “dos pavos al horno”, y aunque luego se indigeste se regozijará en su vómito, y nosotros retornaremos a Lima con una batalla perdida. Otra vez la defensa es la gran culpable, dirán que nuevamente un linesman nos perjudico levantando por gusto la banderita, ¡pero por favor!, esta vez la jugada siguió, termino volvió a empezar, hubo suficiente tiempo para conjurar el riesgo, pero no se pudo, esta vez no estuvo Pérez, pero Martínez anduvo peor. No hay pretextos, nos ganaron bien, de nada sirvió que el otro Xino” siga mojando. pues el Chino “Rivera” debe corregir y tendrá que ser muy exigente con la dirigencia, si queremos el titulo, se requiere reforzar la defensa con un back veloz, un central de marca, pues ni Perez ni Casas dan la talla, dos laterales bullidores y mordedores (a Yotun no le sienta la altura ya se vio) y un delantero que haga juego por los lados, pues con lo que tenemos, solo ganaremos batallas, y ¡los cerveceros tenemos que ganar la Guerra!.
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