SIN ARRIBAR A BUEN PUERTO (Galvez 1 - Crsital 1)

Por PepeSC

El puerto de Chimbote nos esperaba en el norte cercano del país, para esto alcance a “Jexu” en el terminal de buses a eso de la 10 pm. Ya se encontraban reunidos para ese entonces, Josué, “Rolo” y el chinito Satoru, que por primera vez se animaba a acompañar a la “Celeste” en una travesía al interior. Falta aun casi un par de horas para embarcarnos en el bus, pero “Jexu” se percata de que no trajo su DNI. A fin de que no le hagan el paro al subir, aprovechamos la movilidad del amigo de Josué para recoger el DNI, y empujarnos un caldo de gallina antes de iniciar el viaje. Aunque hubo que soportar la terrible y aburrida conversación del Ingeniero Industrial, que fungía de nuestro chofer, valió el sacrificio pues nos facilito cumplir con los tiempos para subir al bus oportunamente.

El viaje nos tomo unas 6 horas, pues partimos a las 11.45 pm y arribamos a Chimbote cerca de las 7 am. Ahí en el terminal nos esperaba “Lertora”, para acompañarnos un rato antes de iniciar su tarea con la cámara fotográfica para el Portal Celeste. Me sorprendió llegar al puerto norteño, y no percibir en demasía los característicos olores indeseables producto del proceso de elaboración de la harina de pescado, talvez fuese que aun continuaba la veda y las plantas harineras aun no iniciaban sus labores, en hora buena por nosotros, pues pudimos disfrutar del refrescante aroma de la brisa marina, tal como sería antaño, cuando las industrias aun no se apoderaban de la Bahía del Ferrol, y el Hotel de Turistas vivía sus tiempos de esplendor.

Pues bien fue en este mismo hotel, hoy denominado Chimu, en donde se alojó la delegación “cervecera”. Luego de instalarnos en un “cómodo” hostal, nos acercamos a las inmediaciones del Hotel Chimu en donde encontramos a Klein, “Cuti” y “Kaká”, sobrevivientes de Generación Oriente. Luego de algunas tomas fotográficas y de que “Jexú” se diera un memorable paseo con el dirigente Zevallos, para sacarlo al fresco por su falta de apoyo a los barristas (eso suponemos), todos juntos emprendimos la tarea de ubicar un restaurante donde podamos tomar unas cervecitas y deleitarnos con algún “piqueo marino”.

Klein que avizora la figura de una fémina que no lo era tanto, y que lo invita a pasar a degustar los exquisitos platos de su establecimiento. Los muchachos que salen espantados al comprobar la poca feminidad de la anfitriona, y nos asomamos a un segundo establecimiento que pintaba bien Procedimos a ir vaciando cada pomo que fuimos requiriendo hasta completar una caja, pero casi antes de consumir las 2 últimas cervezas, pedimos una jalea de S/. 20 que mas pareció un plato personal, con contados trozos de pescado y una “liza” rostizada hasta la última espina, al menos no nos atragantamos. Desistimos de seguir consumiendo mas “aguas” y nos retiramos a buscar un mejor menú para llenar el vacío dejado en “el buche”. Nos refundimos hacia la zona céntrica y comercial de Chimbote y encontramos un menú por S/.5, un regular caldo a la minuta y una milanesa del tamaño de una ostia, ¡pero por Dios, hemos venido a almorzar no a comulgar!. Nos quedamos decepcionados de la comida, en especial el “Rolo”, que requiere regulares cantidades de alimento para llenar el espacio que hay en su generoso estomago.

Pues bien, luego de nuestro fracaso en la búsqueda de los mejores manjares que identifican el arte culinario chimbotano, era hora de retornar al hostal y enfundarnos en nuestras camisetas para dirigirnos al estadio Manuel Rivera Sánchez, ubicado en el progresista distrito de Nuevo Chimbote, con mucho sigilo y celo, pues portábamos nuestra bandera la cual no estábamos ni estaremos dispuestos a arriesgar en ningún lado.

Ingresamos al estadio luego que “Jexu” desembolsó unos S/5 por entrada, lamentablemente las gestiones con Zevallos no fueron del todo buenas. Ya dentro casi no había espacio para ubicar nuestra “tela”, la cual atamos a otra que ya estaba colocada. Tanto era la disputa de espacios por colocar las telas de cada “batería” que hasta hubo una escaramuza entre los locales de “ReSCate” que ya tenían su bandera en la parte central del alambrado de la popular sur, con la gente del Extremo, que se empecinó en sacarla para colocar la oficial de la barra de Lima. Los chimbotanos no aflojan y parados frente el alambrado defienden que su “tela” se mantenga donde estaba. Ante los “barazos” de la policía, el lío se resuelve y todos se apostan en el centro de la tribuna y se inician los cánticos de aliento.

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El equipo sale entre aplausos, polvo de extintores que esta vez casi nos asfixian, sobre todo cuando levantan la bandera gigante envolviéndonos entre el polvo blanco y celeste, del cual salimos a las justas. Salen los locales bajo los aplausos de sus parciales que en oriente, occidente y en la popular de enfrente son mayoría. En nuestra tribuna popular, sin embargo, por el lado izquierdo hace su temeraria aparición un grupito de hinchas de Gálvez, que ante el descuido de los “Extremistas” arranca un par de banderas una de ellas de Trujillo, que son rápidamente recuperadas ante la lenta reacción de la policía, que luego haría un cerco en torno a estos cuantos hinchas del equipo de la franja. Mas tarde se arrepentirán de esta acción, pues dulce es la venganza ante tamaña afrenta.

En el campo el partido se ha iniciado y Cristal toma la manija , tanto Reyes como Valverde, empiezan a ser bullidores por los flancos y en el centro Lobaton y Palacios desdibujan el medio campo chimbotano. En una de esas sobre los 10 minutos iniciales, Lobaton habilita a Villarreal quien solo frente el arquero no puede definir, Ferreira salva su arco por primera vez.

Sobre los 13 minutos, el “Chorri” le roba una pelota a Collantes y mete un centro otra vez a Villarreal, quien remata a quemarropa pero Ferreira esta para mucho mas y le gana otra vez el mano a mano.

Solo 1 minuto después, Reyes escapa por izquierda para meter un preciso centro al “Xino” Ximénez, quien solo frente Ferreira no perdona, metiendo un tiro cruzado que va a terminar en el fondo del arco porteño, ¡Gooooooooooool! Del “Xino”, ¡el goleadooooooooor, el goleadoooooooooor!, pero el resultado final nos mostrará que hoy nos hace falta mas que un goleador.

Sobre el minuto 30, otra vez el “Xino” que le gana el vivo a la defensa de Gálvez, pero esta vez no puede definir. Ya sobre los descuentos del primer tiempo, Salazar equivoca el pase que es aprovechado (o mas bien desaprovechado) por Villarreal, quien otra vez pierde en el duelo con Ferereyra que se torna en el héroe del primer tiempo.

Apenas 5 minutos de iniciado el segundo tiempo y un tiro de esquina que es cobrado por el pundonoroso Leguizamón, es aprovechado por Collantes, quien entre Lojas y Pérez, que no atinan a nada en el área chica, logra conectar un preciso cabezazo a mano de derecha de un Erick Delgado muy falto de reacción.

Sobre los 15 minutos el arco de Delgado vuelve a pasar apuros tras un centro por izquierda que es rechazado en el área chica por Lojas.

El partido sobre los 20 se torna de ida y vuelta con ataques veloces de uno y otro lado. Ya en el epilogo, sobre los 47 minutos una rápida jugada por izquierda permite a Angelo Cruzado, partiendo desde la zona media, anotar sobre el arco de Delgado, pero la jugada es juzgada por el linesman Jorge Luna como en posición adelantada, por lo que el arbitro Manuel Garay anula la acción, de esto aprovecha Pérez para jugar en el acto con Lobaton, el mismo que habilita a Ximénez, solo para que el “Xino” la estrelle contra el palo izquierdo del arquero.

No hay tiempo para mas y Garay da por finalizado el partido. Nos traemos 1 punto o dejamos 2 en el puerto, depende del cristal con que se mire. Lo cierto es que el “Xino” sigue anotando, pero el otro “Chino” parece perder la magia que requiere para armar un buen equipo que cada vez se nota mas corto.

Con la amargura de no haber logrado los 3 puntos, nos alistamos a dejar el recinto del “Manuel Rivera Sánchez”, pero antes un grupo de “extremistas” tomara venganza por la afrenta de los primeros minutos, un “barra brava” bajara por una cavidad de la malla metálica y se filtrará sigilosamente a la zona en que se ubica la mini barra de Gálvez, tomará la gran bandera que los chimbotanos no pudieron colgar, y rápido la pasara a un grupo que lo esperaba, escapando por el mismo lugar por donde entro al campo, los policías empiezan a repartir palos a los “barristas cerveceros”, pero cansados los dejaran salir y la bandera nunca aparecerá. Esta vez los chimbotanos deberán aprender la lección, con la “celeste” no se juega, y quien quiere celeste que le cueste.

En tanto el equipo se va retirando y volverá a su hotel para dejar el puerto con rumbo a Trujillo, nosotros luego de unas últimas cervecitas, y de intentos afanosos e infructíferos de “Jexu” por conquistar alguna porteña, también nos alistaremos para abandonar el puerto. Otra vez no se pudo, por deficiencias defensivas, Rivera debe ser muy inteligente para tomar sus decisiones, nos vamos a Chiclayo, y esta en las manos del “Chino” que el equipo con lo que tiene pueda por fin arribar a buen puerto.